La galería Mazarin

La galería Mazarin es un ejemplo de las escasas galerías barrocas que se conservan en Francia. Está catalogada como monumento histórico. Vestigio del Palacio Mazarin e inicialmente destinada a la presentación de las obras más destacadas de su colección, la galería ha recuperado su función original y forma parte integrante del museo de la Biblioteca. Su techo pintado, con una superficie de 280 m², es una de las joyas del sitio. En 2018-2019, se llevó a cabo una restauración ejemplar de toda la galería, una gran oportunidad para estudiar los edificios y su historia, e incluso a veces también para descubrir partes ocultas. 
 
La galería Mazarin © Guillaume Murat / BnF

Historia de la galería Mazarin

Perfectamente superpuesta a la galeria Mansart situada en la planta baja, la galería Mazarin ha conservado gran parte de su trazado del s. XVII. La galería fue construida por François Mansart entre 1644 y 1646 a petición de Mazarino, que instaló allí sus ricas colecciones de pintura y escultura. El cardenal, a su vuelta de Italia, encargó la restauración a dos pintores italianos, Giovanni Francesco Romanelli y Gian Francesco Grimaldi.

La galería de ceremonias del palacio Mazarin

En 1644, Mazarino encarga a François Mansart la construcción de una nueva ala para su palacio, formada por dos galerías superpuestas: una «galería baja» destinada a las colecciones de esculturas antiguas del cardenal, futura galería Mansart, y una «galería alta», pensada para albergar las piezas más bellas de la colección de cuadros, esculturas y muebles de lujo del cardenal. La galería está dotada de una antecámara en su extremo norte con una escalera de acceso directo al jardín.

Aunque Monsart diseña originalmente una bóveda con tres cúpulas, Romanelli, pintor italiano encargado por Mazarino de pintar el techo de la galería alta, manda modificar la bóveda para crear una bóveda de cañón corrido. Por lo tanto, se construye una bóveda estructuralmente unida al armazón vertiendo yeso sobre una estructura de listones de madera fijados sobre zunchos curvos. 

El cardenal Mazarino delante de su galería, grabado de Robert de Nanteuil, 1659

Así es como Henri Sauval describe la galería en su obra «Historia e investigación de las antigüedades de la ciudad de París» cuando visita el Palacio Mazarin en la década de 1650:

«Un lado de esta galería está iluminado con ocho amplias ventanas cruzadas, y el otro está decorado con otras tantas hornacinas. Romanelli, pintor romano de buen parecido y uno de los más diligentes del siglo, pintó la cúpula al fresco en seis meses. Las hornacinas son un poco más estrechas que las ventanas frente a las que están situadas, pero se elevan desde el parterre hasta la base de la bóveda y, además, todas están decoradas con una estatua antigua de mármol blanco de una excelencia muy particular. Las paredes están completamente rodeadas de cuadros, gabinetes, bustos con cabezas de bronce y pórfido y hombros de alabastro oriental veteado, como si fuera brocado y tejido de oro; y todavía están tapizadas con damasco rojo carmesí sembrado de las armas y monogramas del cardenal, y realzadas con pasamanería de oro de Milán, de extraordinaria anchura y grosor.»

Tras la muerte del cardenal, el Palacio Mazarin y sus galerías siguen conservando su reputación hasta el punto de que se decide alojar a Gian Lorenzo Bernini durante su estancia en París en 1665.

Del palacio Mazarin a la Biblioteca nacional

Visita del príncipe imperial a la galería Mazarin, entonces sala de lectura de los Manuscritos, en la década de 1860

A la muerte de Mazarino en 1661, sus dos herederos se reparten el palacio. El duque de Mazarino, esposo de la sobrina del cardenal Hortense Mancini, hereda la parte este del palacio. Católico intransigente, el duque detesta la desnudez y, en 1670, ordena destruir las colecciones de antigüedades del cardenal, martillando las estatuas a golpes de cincel. Probablemente es en esta época cuando se cubren de repintes los cuerpos desnudos pintados por Romanelli. John Law compra esta parte del palacio, así como la parte oeste a los herederos para establecer allí el banco que había creado y la Compañía de las Indias. Tras la quiebra de Law en 1720, la Corona recupera los edificios y asigna una parte a la Biblioteca Real.

La galería, que alberga el Departamento de Manuscritos a partir de 1730, no ha sido objeto de ningún trabajo de conservación. La fragilidad estructural del techo y el deterioro de las cubiertas provocan numerosas infiltraciones. La decoración de las paredes de damasco, muy frágil, desaparece. En 1780, es tal el estado de deterioro de las cubiertas que los techadores se niegan a subir. En 1782, los Edificios del Rey retiran la estructura de la cubierta y la vuelven a colocar y, en 1788, se repara una parte del techo. 

En 1828, la galería se encuentra en un estado deplorable. Léon Laborde, arqueólogo y hombre político, escribe:

«Insto a todos los que puedan a ir a admirar esta obra de arte, a protestar con sus elogios contra el estado de deterioro en que se halla, contra la destrucción que le acecha. Que su admiración no se vea empañada por las grietas que atraviesan el fresco, ni por los cajones negros de manuscritos que tapan las pinturas de Grimaldi, ni por el polvo que ensombrece los dorados. En unas semanas, con todo lo que se ha gastado en los últimos veinte años en hacer estimaciones para su destrucción, rejuveneceremos todas estas magnificencias.»

La restauración de Labrouste y el acondicionamiento de Pascal

Visconti, el arquitecto encargado de la biblioteca en aquella época, propone varios proyectos de restauración de la galería, pero quedan en letra muerta. En 1853, la Comisión de los Edificios Históricos encarga al pintor Jules Frappaz una copia de las decoraciones pintadas del palacio. Si bien los dibujos de la mayoría de las piezas reflejan con fidelidad el estado deteriorado de los techos, Frappaz reproduce una visión idealizada de la decoración de la bóveda Mazarino, sin mostrar el deterioro.

Henri Labrouste lleva a cabo la primera campaña real de restauración entre 1868 y 1872. Remplaza el armazón de madera original por uno metálico bastante más estable y manda restaurar toda la decoración pintada de la bóveda y las paredes de la galería. En sustitución del damasco del s. XVII, manda poner un lienzo encolado con el escudo del cardenal, inspirado en la decoración del grabado de Nanteuil. 

La galería Mazarin en la década de 1880

En 1878, con motivo de la construcción de una nueva sala de lectura para los Manuscritos, Jean-Louis Pascal transforma la galería en un espacio de exposición para presentar los tesoros de la Biblioteca durante la exposición universal. Pero la fragilidad estructural de la galería provoca una serie de problemas: infiltraciones detectadas en el lado del jardín en 1924, y varias bibliotecas dan cuenta de la fragilidad del suelo.

El nuevo acondicionamiento de 1927

La galería Mazarin después del acondicionamiento de Recoura el 3 de marzo de 1927

Se lleva a cabo un nuevo acondicionamiento en 1927 bajo la dirección de Alfred Recoura, arquitecto de la biblioteca. Manda agrandar la puerta de entrada, encofrar el vestíbulo y cubrirlo con telas grises y bandas azules, limpiar la decoración de la galería, realizar una serie de restauraciones parciales, terminar las cañerías, instalar lámparas de araña de estilo italiano del s. XVII, colocar la luz de techo en la sala de entrada, dejar instalada la iluminación eléctrica. Las vitrinas de pared puestas por Pascal se retiran y se ponen unas nuevas en el centro. Se restauran algunas partes de las pinturas murales de los huecos abocinados, de nuevo deteriorados.

Se pinta al temple una nueva decoración mural en un tono verde oscuro copiado de un antiguo damasco veneciano, con adornos realizados con estarcido tono sobre tono. Se aplica directamente sobre los lienzos encolados de H. Labrouste. Parte de los trabajos se llevan a cabo gracias a una donación de Dña. Florence Blumenthal.

La restauración de la década de 1970

En 1955, se detectan grietas importantes en las bóvedas y linteles de las ventanas que evidencian movimientos en la obra gruesa. André Chatelin, entonces arquitecto de la biblioteca, solicita que se haga un seguimiento y, en 1957, realiza un informe preliminar de la galería. Aconseja trabajos de conservación, y también de reparación de la carpintería interior y el parqué.

Con motivo de la elevación del ala construida por Mansart en 1972, Chatelin realiza una nueva modificación de la estructura del techo y comienza la renovación de la galería: recuperación de la iluminación en 1974, refuerzo y restauración de la bóveda entre 1975 y 1978. La empresa Genevesio-Lemercier se encarga de la restauración de la decoración pintada de Romanelli. En 1978, se restaura la carpintería y se remplaza la colgadura existente por una carmesí de estilo damasco Luis XIV.

A la finalización de estos cambios, se convierte en un espacio de exposiciones temporales. Entre 2010 y 2016, en el marco de las obras de renovación de todo el conjunto, se acondiciona como sala de lectura temporal para los departamentos de Artes Escénicas y de Manuscritos.

La galeria Mazarine en 1990

La decoración de la galería Mazarin

La galería Mazarin se extiende a lo largo de 45,55 metros de longitud y tiene un ancho de 8,20 metros y una altura de 9,20 metros. Con una superficie de 280 m², aún conserva su bóveda del s. XVII. Decorada con compartimentos de estuco dorado atribuidos a Ottaviano Ottoviani, la pintan al fresco Giovanni Frencesco Romanelli y su taller (en particular Paolo Gismondi para la grisalla) entre 1646 y 1647 en el más puro estilo barroco. El programa iconográfico del techo está inspirado en la mitología grecorromana, en particular en las «Metamorfosis» de Ovidio y en temas mitológicos y heroicos, como Júpiter fulminando a los gigantes, en el centro del techo, Apolo y Dafne, el juicio de Paris o incluso el rapto de Helena y el incendio de Troya.

Galeria Mazarin después renovación © Jean-Christophe Ballot / BnF

 

Galeria Mazarin después renovación © Jean-Christophe Ballot / BnF

Veintidós escenas pequeñas completan estos grandes compartimentos. Los abocinamientos de las ventanas, coronados por una concha dorada en bajorrelieve, están pintados al fresco por el artista italiano Grimaldi Bolognèse. Representa paisajes con árboles en primer plano y una balaustrada en trampantojo.

La restauración de una de las joyas del sitio Richelieu

Techo de la galería Mazarin, actualmente en renovación © Jean-Christophe Ballot / BnF / Oppic

 

Elemento distintivo de este espacio imprescindible del nuevo museo, el techo y sus excepcionales decoraciones pictóricas han sido restaurados integralmente por los equipos de Alix Laveau y el taller Mariotti. Esta obra de envergadura en la que han participado 22 restauradores ha permitido a los frescos recuperar el esplendor, la transparencia y la ligereza de sus colores originales. Las pinturas murales y los lienzos encolados también han sido objeto de una renovación.

Los velos de pudor

Parte del techo de la galería Mazarin - © Dai Nippon Printing Co., Ltd. 2021

 

El gran descubrimiento de esta obra de restauración tiene que ver con el añadido, poco después de que Romanelli pintara la bóveda en 1646-1647, de cincuenta velos de pudor esparcidos por los frescos de la bóveda. Es muy probable que estos velos daten de la década de 1660, cuando el duque de Mazarino, esposo de la heredera de esta parte del palacio y devoto católico, manda destruir los desnudos antiguos. Los dibujos realizados por Jules Frappaz antes de los trabajos de Labrouste en 1853 todavía muestran estos cuerpos vestidos. Labrouste intenta restituir los desnudos originales borrando los velos, pero solo lo logra parcialmente, lo que le obliga a pintar por encima en color carne. Los cuerpos se vuelven a vestir y retocar durante la restauración de la década de 1970. La obra de 2018 ha permitido establecer con exactitud las intervenciones sobre estos velos, de los que solo cuatro son originales. Por lo tanto, se decide conservarlos y quitar los otros para que la bóveda tenga un aspecto lo más parecido al de origen.

Un marco excepcional para obras excepcionales

La galería Mazarin restaurada recupera su primera función como lugar de exposición. Ahora es el marco del nuevo museo, una auténtica «galería de los tesoros» procedentes de las colecciones enciclopédicas de la BnF: piezas raras, obras célebres o de prestigiosa procedencia.

En el vestíbulo de la galería se exponen piezas del Tesoro de Saint-Denis: objetos de arte, camafeos, joyas y marfiles, el Trono de Dagoberto, el Ajedrez de Carlomagno, etc. En la galería propiamente dicha se exhiben colecciones desde la Edad Media hasta la actualidad. Una gran parte de las colecciones se exhiben de manera rotativa.

Instalación del globo celeste de Vincenzo Coronellli en la galería Mazarin © Élie Ludwig / BnF

 

En saber más en el museo de la BnF

Información práctica

Horarios

Martes (nocturno): 10.00 - 20.00 h

De miércoles a sábado: 10.00 - 18.00 h

Cerrado los lunes y algunos días festivos*
El museo permanece abierto el 8 de mayo, el jueves de la Ascensión y los días 1 y 11 de noviembre.
* El museo permanece cerrado el 1 de enero, el lunes de Pascua, el 1 de mayo, el lunes de Pentecostés, el 14 de julio, el 15 de agosto y el 25 de diciembre.

Atención: debido a la fragilidad de algunas obras, una parte de las piezas expuestas en la galería Mazarin y la Rotonda se renueva cada cuatro meses, un detalle que deja entrever la extensión de las colecciones de la BnF. Por tanto, estas operaciones requieren cerrar estos espacios al público.

Fechas de cierre de la galería Mazarin: del lunes 20 al viernes 31 de mayo de 2024, inclusive

Fechas de cierre de la Rotonde : del lunes 2 al viernes 6 de octubre 2023

Acceso

Site Richelieu
5, rue Vivienne
75002 PARIS

 

Actividades en grupo

Reserva obligatoria en visites@bnf.fr o llamando al +33 (0)1 53 79 49 49 (de lunes a sábado, de 9.00 h a 17.00 h)

Tarifas

Tarifa general:
Tarifa general – entrada combinada con una exposición:
Tarifa reducida – entrada combinada con una exposición:

 

 Durante el periodo de cierre de la galería Mazarin (del lunes 8 al viernes 19 de enero de 2024, inclusive; cada 4 meses), las tarifas de acceso al museo se reducen en 7 € (tarifa general), 5 € (tarifa reducida), 10 € (tarifa general combinada con una exposición) y 7 € (tarifa reducida combinada con una exposición).

 

Visita guiada al museo de la BnF - Reservar