Datos accesibles para todos

A principios de la década de 2010, la BnF comenzó un proceso de apertura de sus bases de datos para fomentar el gran potencial de sus posibles adquisiciones. Esto permite a cada usuario la oportunidad de aventurarse por caminos inéditos hasta el núcleo de la actividad de la institución, e incluso la posibilidad de renovar esta actividad. De hecho, y gracias a la evaluación de los usuarios, sabemos que la Biblioteca mejora de manera continuada sus servicios vinculados a las bases de datos.
 

 

Como la bella durmiente esperando a su príncipe

Los catálogos, la biblioteca digital Gallica, el Depósito legal o los archivos de la web generan y recopilan una ingente cantidad de datos cuyo potencial uso espera aún que la inteligencia interactiva les permita salir a la luz. Estos datos se prestan a todos los usos imaginables, ya sean los de economistas ávidos por observar cambios en el mundo editorial, informáticos que deseen entrenar sus redes neuronales o probar sus algoritmos, genealogistas que precisen contextualizar los resultados de su investigación, o curiosos con ansias por enriquecer su visita al cementerio de Père Lachaise. Así es como la plataforma “George, le 2e texte”, concebida por un colectivo, presenta a los alumnos y a los estudiantes textos escritos por mujeres. Estos usos tienen como objetivo no solo optimizar proyectos en diversos campos, sino también fomentar y desarrollar una lectura original de colecciones patrimoniales.

 

Una cantera única en el mundo

La BnF ofrece datos únicos tanto por su alcance como por su diversidad: Gallica reúne los recursos de unos casi 400 organismos y el Catálogo general cuenta con más de 14 millones de registros de documentos de todo tipo.

El valor de esta cantera radica también en la estructuración de sus elementos: están organizados en grandes bloques – autores, obras, temáticas, fechas, lugares – que se pueden combinar. Éste es el caso en data.bnf.fr.

Por último, los datos de la BnF se prestan a experimentos legales respetando la legalidad correspondiente. Disponibles bajo una licencia abierta, se pueden reutilizar libre y gratuitamente (incluso con fines comerciales), siempre que se mencione la fuente. Esta licencia es compatible con los estándares para licencias de datos abiertos definidos en el extranjero. Además, no se difunden los datos personales. Así mismo, y en caso de que fuese necesario en el contexto de proyectos específicos, se pueden aplicar tratamientos de anonimato.

En la práctica

La política de apertura de la BnF se basa en una oferta de datos, en el suministro de herramientas (interfaces de programación, las llamadas API), así como en dispositivos colaborativos. La web api.bnf.fr describe diferentes conjuntos de datos y API y ofrece tutoriales, por ejemplo, para recuperar información asociada a un documento digitalizado (via la API «Documento» de Gallica) o bien los nombres de guitarristas en las colecciones de la BnF (mediante el SPARQL endpoint de data.bnf.fr).

Además, los expertos de la BnF responden a solicitudes específicas y suministran corpus específicos. También organizan eventos en torno a datos concretos, como el hackathon, programado cada año en el mes de noviembre en la BnF.

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